martes, 17 de noviembre de 2015

CUANDO LOS HIJOS SE VAN.
Aún recuerdo esa vieja canción y a la ves la tengo muy presente "el árbol de mi casa" de esta cantante muy famosa ella llamada Carmencita Lara (Perú), un fragmento que decía: "el árbol de mi casa está muy triste porque volaron las aves de su nido...", triste canción pero, que simboliza una realidad donde hoy sabemos que los hijos no son de nuestra propiedad y no estarán con los padres toda la vida, solamente hay que llenarlos de valores, sembrarles amor darles calidad de vida y para los que ahora somos padres y mañana seamos niños, ellos nuestros hijos nos devuelvan lo que les dimos y es eso "calidad de vida".
Mi papá trabajaba en un centro minero y vivíamos en el Puerto San Juan de Marcona, ubicado en el Departamento de Ica - Perú, soy el hijo mayor de cuatro hermanos y fui el primero que abandonó el nido, la casa; la paloma tuvo que volar a otra ciudad para emprender estudios y hacer una nueva vida, buscar su propio árbol para formar su nido y se que ello se repetirá con mis hijos que también saldrán del nido a buscar su propio árbol.
Siempre me he preguntado: Qué les voy a dejar a mis hijos? Cuál será el legado que dejaré cuando me vaya? Cómo quisiera que me recuerden? Qué quisiera que pongan en mi epitafio final? Y son muchas las preguntas que me hago sin embargo, para dar respuestas a esas preguntas tengo que actuar de inmediato y eso es lo que hago en todo momento con mis retoños.
Aprendí de mis añorados y funestos  abuelos(as), a dar cariño y amor a mis hijos para que ellos me devuelvan lo mismo cuando yo me vuelva un viejo vetusto y engreído, soy consciente que ello me sucederá, entonces mejor siembro bien ahora para mañana tener buenas cosechas que me aseguren tener una placentera muerte e irme al más allá si es que existe.
Hoy puedo decir que como buenos padres es mejor ser padres protectores y no sobre protectores, se que ello creará inseguridades y desconfianzas en mis hijos al contrario, les enseño a que sean arriesgados y atrevidos, ellos saben que es bueno sacrificarse para tener éxitos sin embargo, se aprende más de los fracasos y eso se que lo tienen bien presente y ya estoy viendo algunos atrevimientos por parte de mis hijos que me siguen sorprendiendo.
Mi hija Andrea con tan sólo dieciocho años escogió un día de salida para decirme que ella y su hermana mayor Carolina se iban de la casa para vivir en un departamento y ser libres y autónomas, en ese momento sentí que se me partía el alma me caía a pedazos dentro de mi, en ese momento rápidamente evoque el vídeo de un cuatro de Enero, cuando Dennis le dijo lo mismo a sus padres, aún recuerdo las lágrimas de mi madre y bueno mi padre no lloró sólo estuvo serio al igual que yo, es que en ese momento los hombres sacamos el orgullo machista de no llorar delante de las mujeres. Sólo que al rato me fui al baño y derramé unas lágrimas de emoción y ver que mis hijas muy pronto volarán a buscar su propio nido.
Me siento orgulloso que ellas hayan decidido enfrentar solas los desafíos y avatares de la vida y es que soy yo el culpable de la decisión que ellas han tomado y no me arrepiento todo lo contrario me siento muy orgulloso porque les vuelvo a decir tendré una buena vejez y no me dará miedo morir porque se que dejaré un gran legado, se que pondrán en mi epitafio final.
 Si llegaste hasta aquí es porque eres un gran lector y eso es bueno os felicito,  desde éste mi lugar te mando un fuerte abrazo y si ya volaste del nido del árbol de tu casa pues ahora prepara y entrena a tus poyuelos para que sepan volar con libertad y autonomía.
Los de la foto son mis padres queridos que ahora llaman a sus hijos y siempre estaré alli para escuchar lo que deseen hablar y siempre teniendo toda la paciencia del mundo con ellos.

Hasta mi próximo artículo.

Tuyo del alma!

Dennis Tapia.
Coach PERÚ.


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